Bienvenidos todos y todas

David Majano tiene el agrado de recibirlos en Plural, un espacio dedicado a la divulgación de literaturas contemporáneas. En este blog encontrarás mis propios textos poéticos así como aquéllos provenientes de otros autores y autoras convocados por Plural. Puedes comunicarte con este espacio dedicado a la palabra a través del correo guillotinapoetica@gmail.com
Plural opera en la Ciudad de Guatemala desde Latinoamérica para el mundo.

Noche

(David Majano)

Es tu moreno e inmenso
cuerpo desnudo
el que invita
a las flores
a alisar sus cabellos
y a cantar a coro
a las ranas y grillos
en el húmedo sueño
que nutre
los manglares de venas
galopantes
de certezas ingenuas.

En la penumbra
el viento se encabrita
para con el agua
del mar
lavar tu rostro
de pecas titilantes.

Es suficiente
tu majestuosa presencia
para que el reloj
de la pared escabrosa
descalce al tiempo
y así escuchar
su tropel intenso.

Impasible y malherido
recuesto mi cabeza
sobre tu vientre de sombra
anestésicoembriagante
con pezones de ternura
mientras plasmo
con pinceles de lágrimas
en la superficie de tu cielo
picoteado por albatros de azúcar
a la entrañable luna.

Lluvia

(Camilo Villatoro)

Hoy la lluvia me agachó la mirada
para que viera mis pies mojados en los charcos

La injusticia pasaba como un tanate de paja en el desierto
se me enredaba incubando larvas en el corazón

Hoy tengo miedo de mí
porque dejo que a la "Tierra de Ilóm"
le boten los párpados con hacha

Hoy no tengo ganas de hacer la tarea
y me perturban los roces multitudinales en la selva callejera

La música no es más que un eco trasquilado e inconcluso
y la guitarra se suicida cortándose las cuerdas

Hoy déjenme explotar el sentimentalismo apático
como recipiente de diagnósticos psicológicos.

Hoy tengo miedo de mí
porque en este sucio mundo
también me he lavado las manos

Es un hoy sin migajas de ayer
Una lluvia tan voraz que se come las lágrimas
un viento ladrón que me esconde el susurro de tu nombre.

Poderes

(Pedro Du Bois)

Subverto o poder, condicionado ao mito,
retiro da força o apego ao gênio
literário; esmoreço o começo e me arrojo
ao mundo abaixo das vistas, entrevejo
a glória incensada das orquídeas, símbolos
e dogmas repisados ao orgulho determinado
do poder – agora subvertido – ocultado.

Reafirmo a crença no vazio
da pedra concreta da inação
do tempo: a temporalidade
do minério escavado ao corpo

despreparado, escuto gritos reais
de descobertas: o encoberto jogo
do poder sacralizado ao todo.